
En un pequeño bar de Madrid, Juan García servía copas mientras soñaba con una carrera en la música. Hace un año, decidió inscribirse en un curso de producción musical que prometía cambiar su vida por solo 277 euros, equipo incluido. “Pensé que era una estafa, pero lo intenté”, cuenta Juan. Hoy, tras completar el curso, produce temas para artistas emergentes y asegura ganar hasta 9.000 euros al mes. Sin embargo, no todo es color de rosa: algunos exalumnos del curso han denunciado que los resultados no son garantizados y que el mercado está saturado. ¿Es este curso una puerta al estrellato o una promesa exagerada? Juan no tiene dudas: “Mi vida cambió, pero hay que trabajar duro”.